Nuestra primera prioridad es aumentar nuestra membresía. Hay fuerza en los números. No sólo debemos aumentar nuestra membresía, sino que debemos mantenerla. Para ello debemos tener medios de comunicación adecuados y debemos adherirnos estricta e inquebrantablemente a los principios de equidad y juego limpio.
Todos los miembros de nuestros países, en cualquier región, deben ser tratados de manera igualitaria y justa, y se les debe dar la misma oportunidad de ser elegidos para ocupar puestos de responsabilidad en nuestra propia organización. Debemos adherirnos estrechamente y luchar por los objetivos para los que nos organizamos. De lo contrario no tenemos ninguna razón de ser.